El landfarming o tratamiento superficial en tierra es una técnica de remediación cuya aplicación usual es la reducción

de la concentración de hidrocarburos en suelos contaminados aprovechando su capacidad para ser biodegradados.

Esta técnica se ha extendido al tratamiento de residuos de otras características, tales como barros de plantas de tratamiento de efluentes con características tales que posibilitan ser esparcidos sobre la superficie del suelo, sobre el cual se efectuarán luego tareas de laboreo similares a las realizadas cuando se cultivan vegetales. Para esta técnica es fundamental la aireación del residuo y mantener los cercos con fluidez para evitar lagunas.